QUÉ ES LA
BIORRETROALIMENTACIÓN Y PARA QUÉ MALESTARES SIRVE
Chile, 16 de marzo 2022
Por Alexa
Aguilera
“Con la vorágine y dinamismo
de la vida, muchas veces vivimos preocupados del futuro, constantemente
pendientes de lo que viene. En otros casos pasa lo contrario y nos aferramos al
pasado. El presente, de cierta manera, queda desapercibido y muchas veces no se
le toma la atención necesaria a lo que pasa aquí y ahora. Es como lo que sucede
hoy en los conciertos o eventos masivos: muchos están preocupados de grabar la
experiencia, para demostrar que fueron o para recordarla, pero no de vivir y
gozar la música en el momento. El presente, aunque debiese tener un rol
protagónico, queda ahí relegado a segundo plano.
Algo parecido sucede
también en nuestro interior. Buena parte de los malestares —como el estrés o la
ansiedad— aparecen por una excesiva preocupación hacia lo que pasó o lo que va
a pasar, mientras que al poner el foco en el presente resulta más sencillo
lidiar con ellos. Es lo que propone la biorretroalimentación, un conjunto de
técnicas que, basadas en datos científicos de nuestro organismo, nos ayudan a
concentrarnos en lo que sucede en el cuerpo, a ser conscientes de sus funciones
fisiológicas, para de esta forma regular sus ritmos y eventualmente controlar o
disminuir algunas afecciones.
¿Biorretroqué?
“La
biorretroalimentación es una técnica que se emplea para controlar mentalmente
las funciones vitales del ser humano”, define Gabriel Abudinén, neurólogo de
Clínica Somno. A través de ella, la persona puede enfocarse en realizar cambios
sutiles en el cuerpo y lograr que ciertas dolencias o malestares se reduzcan.
María José
Figueroa, psicóloga del Centro del Manejo del Dolor de la Red de Salud UC
CHRISTUS, añade que la biorretroalimentación se basa en “el principio de que
todas tus respuestas fisiológicas se pueden medir y controlar”. Se trata
también de vincular los estados emocionales con el funcionamiento corporal, con
el objetivo de regular voluntariamente aspectos como la frecuencia cardíaca o
la presión arterial. Así, “uno podría mejorar su bienestar y asimismo el estado
de salud”.
Biorretroalimentación es
lo mismo que bioautorregulación o biofeedback, solo que esta última responde a
su término anglosajón. Independiente del nombre, todos estos conceptos se
refieren a esta misma técnica, que requiere de ciertos dispositivos
—generalmente parches o electrodos— para medir algunos índices, como las ondas
cerebrales, la temperatura, el patrón de respiración o la actividad de las
glándulas sudoríparas, entre otros. “Eso nos permite entender nuestras
distintas funciones fisiológicas y qué podemos hacer para mantenerlas en los
márgenes deseados”, agrega Abudinén.
Cómo funciona
Con la biorretroalimentación se pueden medir en
tiempo real distintas cosas, “como la frecuencia cardíaca, la respiración, la
contracción muscular, el sudor, la temperatura o las ondas cerebrales”, comparte
Figueroa. Con esa información, la persona aprende a asociar esos números con
ciertas sensaciones —por ejemplo, que con la ansiedad se acelera la respiración
o que ciertos músculos se tensan previo a una jaqueca— y con la práctica puede
ser capaz de regular algunas de esas funciones corporales.
“En una primera etapa, se realizan sesiones con el
paciente, donde se le colocan estos sensores, y así la persona adquiera
conciencia sobre sus procesos corporales”. Así se monitorean “sus respuestas
fisiológicas de manera guiada”, para luego “introducir una técnica que permita
ir variando y controlando algunos de esos procesos”.
Por ejemplo, dice la profesional de UC Christus,
“cuando uno está estresado la sangre tiende a trasladarse a los extremos de los
órganos vitales, de manera que la temperatura corporal baja. Si uno la mide,
nos puede alertar tanto de un inminente cuadro de estrés como también de la
eficacia, si es que ésta luego sube, de las técnicas de relajación”.
Así la persona adquiere conciencia de sus procesos
corporales y entiende cómo reacciona el cuerpo frente a ciertos estados o
malestares. Una vez obtenida esa información de monitoreo, “se introduce una
técnica y se va viendo cómo va variando o qué hace que mi proceso fisiológico
cambie para mejor. Si el corazón está muy acelerado, por ejemplo, se buscan
ejercicios para aprender a estabilizarlo”.
Con el tiempo, aunque de
manera bastante rápida, los pacientes generan un aprendizaje. “Las sesiones de
biorretroalimentación son alrededor de diez, las que generalmente son guiadas
por médicos, psicólogos o terapeutas ocupacionales entrenados”, expresa
Figueroa. Justamente ella recibió este tipo de capacitación en España y hoy
trata a algunas personas con esta técnica, las que pronto serán más puesto que
la Red de Salud UC Christus, donde ella trabaja, tiene un proyecto con el que
pretenden abarcar a más pacientes, ampliando y mejorando su equipo e
infraestructura de medición fisiológica.
¿Qué tipo de problemas se pueden tratar o
complementar a través de la biorretroalimentación? “Actualmente se abarcan una
gran cantidad de temas, desde neurológicos hasta cardiovasculares,
gastrointestinales o ginecológicos, por nombrar solo algunos”, dice Gabriel
Abudinén, neurólogo de Clínica Somno.
Los más comunes son:
- Estrés- Dolores de cabeza y migrañas - Déficit
atencional- Dolor crónico- Asma- Fibromialgia- Colon irritable- Rehabilitación
de accidente cerebro vasculares- Regulación de problemas urinarios- Bruxismo-
Insomnio.
“De cierta forma, esta
herramienta acarrea soluciones o alternativas a los trastornos anteriormente
mencionados”, agrega Abudinén. Sin embargo, no se reduce solo a eso, sino que
también ayuda a resolver o controlar afecciones cotidianas, como la ansiedad,
el estrés, la desconcentración o el insomnio. En esos casos, problemas por los
que buena parte de la gente ha pasado, la biorretroalimentación sirve para
identificar qué funcionamientos se alteran en el cuerpo “y darme cuenta de cómo
puedo regularlos para retomar cierto bienestar”.
Tomado de diario La Tercera.cl